En lo que va de año ya han pasado por nuestro país temporales como Filomena, Hortensia… El primero ha dejado nevadas históricas y el segundo temperaturas bajo cero y vientos de más de 120 kilómetros por hora. Atención que todavía quedan por venir otros como Lola, Tristán, Viviana o Walter. Si estás pensando en una caseta habitable para ganar metros o encontrar ese deseado home office, seguro que te preguntarás… ¿Cuentan con un buen aislamiento? La respuesta es sí. Pero te explicamos por qué.
El sistema constructivo canadiense que se utiliza aporta el máximo confort, aislamiento y durabilidad con el mínimo mantenimiento. Una manera de construcción de entramados de madera de tradición centenaria y con un sistema de forjado elevado que permite que el aire y la lluvia pasen por debajo de la caseta asegurando una perfecta estanqueidad contra la humedad. Pero si aún así tienes dudas podría colocarse una solera de hormigón.
Aislamiento interior y exterior con todas las garantías
Las propiedades aislantes de la madera superan a otros materiales, por lo que mejoran la calidad de vida de la vivienda. Debido a su estructura celular resulta un excelente aislante térmico. Resulta quince veces superior a un muro de hormigón. Además, el hueco de los muros se rellena por completo con ocho centímetros de lana de roca, un aislante térmico y acústico que aporta gran confort. El revestimiento interior cuenta con dos barreras de vapor (una en el exterior y otra en el interior) eficaces para evitar cualquier filtración de agua. Un revestimiento de calidad de lamas de abeto machihembrado de casi dos centímetros de grosor. Y por si esto fuera poco, el panel Sandwich de la cubierta cuenta con ocho centímetros de aislamiento “Styrofoam”.
En la cubierta, la impermeabilización se logra con tela asfáltica y teja norteamericana. Asimismo, puertas y ventanas garantizan un óptimo aislamiento tanto en invierno como en verano, en las que se pueden instalar vidrios inteligentes con filtro solar.
Un buen tratamiento para un buen aislamiento
La madera utilizada en la construcción de estas casetas habitables cuenta con todos los certificados europeos que aseguran su calidad y seguridad. El abeto nórdico secado al horno resulta más flexible y no tiende a rajarse ni secarse. Cuando la madera está bien tratada absorbe o cede humedad al entorno. Por ello, se les aplica lasur, un protector con fungicida y antimoho contra todo tipo de ataques biológicos. Ideal para protegerla de la intemperie (agua, rayos uva…) y que, a la vez, permite que la madera respire.
No hay que olvidar que un buen aislamiento garantiza un ambiente cálido durante los días de invierno, y refrescante en verano. Y aunque hablamos de confort tampoco podemos dejar de vista el ahorro que supone contar con una caseta habitable de madera sostenible energéticamente.
Pero además, en la época más fría recuerda que puedes potenciar el equilibrio térmico con todo tipo de accesorios. No te olvides de tejidos naturales, de alfombras o cojines para potenciar ese espíritu “hygge” con el que de por sí cuenta cualquier construcción en madera.
Y recuerda siempre que Caseta Living ofrece su servicio de mantenimiento profesional para que el aspecto de tu caseta sea siempre como el del primer día.